Viaje a Oriente

Caminar y soñar. Todos los viajes y aventuras comienzan dentro de uno mismo. Seguramente hay mil y una razones para echarse al camino, pero la más poderosa de todas es el impulso interior, indescriptible e irracional, que como una feroz corriente nos proyecta hacia lo desconocido y misterioso. Mikel

13 agosto 2006

De vuelta al hogar

Queridos amigos,

Os escribo desde casa, desde mi pueblo Hernani en el País Vasco. Hace ya algunos días que llegué desde Mongolia, poniendo así fin a mi viaje al Oriente. Bueno, más que un punto final del viaje, espero que se trate de un punto y seguido…pues algún día espero regresar a Asia.

En octubre del año pasado, cuando mi partida hacia Vietnam era ya inminente, un escalofrío me recorría el cuerpo por momentos. Confieso que sentía un poco de miedo. Viajar hacia un continente totalmente desconocido para mí, con una cultura tan diferente y tal mosaico de lenguas, me producía una sensación de vacío, de estremecimiento; como cuando estamos ante el umbral de algo tan radicalmente diferente a todo lo que conocemos que se nos encoje el corazón. Así me sentía.

Además, tampoco tenía muy claro lo que estaba buscando, aunque levemente intuía lo que podría encontrar. Esta falta de un objetivo concreto contrastaba enormemente con mi viaje anterior a Sudamérica, donde salí de casa con una idea muy clara de lo que buscaba: comprender una realidad, que ya me era familiar, desde un ángulo social y ambiental.

Tal vez esta falta de objetivos concretos en mi viaje a Oriente sea lo que me permitió estar más receptivo y abierto a todo aquello que me encontrara por el camino. Al no tener un destino concreto, el camino se convirtió en mi mejor compañero. Fui acostumbrándome a ir haciendo camino al andar, como decía Machado.

Al principio me costó entregarme a ese fluir del camino. La inercia de toda una vida me empujaba a querer marcarme metas de antemano.

Poco a poco acepté dejarme llevar por la corriente del propio viaje. Cuanto más me entregaba a ese fluir, más profundamente sentía una confianza interior en el sentido de cada paso que daba. Así que dejé de buscar cosas, y simplemente abrí los ojos y el corazón a todo lo que me rodeaba.

Descubrí un nuevo mundo.

Comencé a sentir el fluir del tiempo de una manera desconocida para mí hasta entonces. Fui desprendiéndome poco a poco de la necesidad de “hacer” cosas, y casi sin querer comencé simplemente a “estar”, a sentir y percibir.

Todo comenzó a fluir más despacio, y eso me permitió fijar mi atención. A veces en lo que me rodeaba, otras en las sensaciones y reflexiones que ese entorno producía en mi interior. Y descubrí algo: que cuando fijamos toda nuestra atención en algo, y le dedicamos todo nuestro ser, ese “algo” (una situación, encuentro, paisaje, persona, mirada…) se convierte en parte de nosotros mismos, y nos transforma.

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Por ejemplo, cuando llegué a Laos, me impactó mucho ver que en los pueblitos, en las zonas rurales, casi nadie trabajaba en el campo. Las familias pasaban el día reunidas en sus casas de madera, los niños jugando y correteando, los mayores charlando, echando una siesta… Por doquier encontré fiestas populares, y las parejas parecían haber conspirado para casarse todos en la misma época. Mi primera impresión fue que me encontraba ante un pueblo muy alegre y tranquilo, pero también poco trabajador y bastante perezoso.

Luego supe que al ser la época seca, y tratándose de una sociedad basada en la agricultura, aquellos meses de sequía eran también un tiempo de descanso y renovación. Durante los seis meses que dura el monzón y sus lluvias, tanto las personas como los animales de tiro, sobre todo búfalos de agua, no tienen respiro. Se trabaja de sol a sol en los arrozales, con las piernas hundidas en el fango hasta las rodillas.

Así que los meses de sequía son una oportunidad para que se renueve el ciclo de la vida: que descanse la tierra, después de haber entregado sus frutos; y que descansen los campesinos y las bestias de tiro.

Cuando dejé Laos, mis prejuicios iniciales de un pueblo poco trabajador y perezoso habían dejado paso a un sentimiento de profunda admiración. Admiración por la sabiduría de un pueblo que sabe acoplarse a los ciclos de la Tierra; que trabaja cuando es necesario y que sabe tomarse un merecido descanso para renovar fuerzas y disfrutar de la vida junto a sus familias y comunidades.

Esto es algo que los técnicos del Banco Mundial no supieron entender. Hace algunos años propusieron a varias comunidades del Sur de Laos invertir en un proyecto de irrigación para el arroz. De tal forma que en vez de una cosecha de arroz al año pudieran obtenerse dos o tres cosechas. El proyecto suponía trabajar tanto durante la época de lluvias como en la seca. Trabajar sin descanso todo el año.

Según me contaron, los técnicos del Banco Mundial no podían salir de su asombro cuando todas las comunidades potencialmente “beneficiadas” por el proyecto de irrigación lo rechazaron. Aquel proyecto claramente iba a hacerlos más ricos, pero no más felices.

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Bueno, con esta anécdota de Laos me despido.

Otro día os escribo para contaros sobre mi llegada a Hernani, mi pueblo. Mi idea es quedarme a vivir aquí. Me lo estoy tomando como una gran aventura, y no es para menos, pues regresar a casa después de haber vivido doce años en otros países es en muchos sentidos como regresar a un lugar nuevo.

Como me dijo mi amigo Valdemar, el Hernani que he encontrado no es aquel que dejé hace doce años. Muchas cosas han cambiado, desde mi sobrina Nahia, que esta semana cumple 4 años, hasta mis hermanas, mis padres, amigos…. y yo mismo. Mi gran reto ahora es llevar a la práctica un dicho que siempre me gusta recitar a otros:

“El verdadero viaje de descubrimiento no consiste en cambiar de paisaje, sino en aprender a mirar con otros ojos”.

Os debe resultar curioso que este dicho lo diga yo, que no he parado de cambiar de paisajes y de países en todos estos años.


Un abrazo enorme a todos y todas, y no dejeis de escribirme. Tengo muchos correos sin contestar, iré respondiendolos poco a poco en las próximas semanas.


Mikel

07 mayo 2006

Tibet

Queridos amigos/as,

Las cronicas y fotos de Tibet las ire colgando de la siguiente pagina, que podeis acceder pinchando debajo o en los vinculos al final de esta pagina:

www.portibet.blogspot.com


Dear friends,

You can see the travel stories and photos of Tibet on the following webpage:

www.portibet.blogspot.com

20 abril 2006

Birmania (Myanmar)

Queridos amigos,

Hace un par de dias que con gran pena deje atras Birmania, despues de dos meses realmente bonitos viajando despacio por el pais. Ahora estoy en Bangkok, Tailandia, pero manhana vuelo a Chengdu, China, y de alli intentare alcanzar Tibet. Ahora que tengo acceso a internet (en Birmania Internet es aun una novedad), ire subiendo algunas cronicas y fotos poco a poco. Para no cargar esta pagina he abierto otra dedicada a Birmania:

www.porbirmania.blogspot.com

Ya he subido algunas fotos de los primeros dias en Birmania.

Un fuerte abrazo y hasta pronto,

Mikel

Burma (Myanmar)

Dear friends,

A few days ago I left Burma (Myanmar), with great sorrow I have to say. The time I spent there was very special, and I made some good friends. Now I am in Bangkok, but not for long, as tomorrow I am off to Chengdu, the capital of Sitchuan Province in China. Chengdu is the gateway to get to Tibet, my next destination.

I will place in coming weeks some text and photos on Burma. In order not to overload this page with too many photos I have created a new page for Burma, you can click below:

www.porbirmania.blogspot.com

There are some photos posted already in the above link.

All the best for now,

Mikel


Barcos sobre el rio Mekong, Laos.


Amanecer en el rio Mekong, en el puesto fronterizo entre Laos y Tailandia.


En el barco por el rio Mekong, de camino a la frontera con Tailandia. Laos.


Barcos con destino a Tailandia, Laos.


Ninhos en Pak Ben, Laos.


Ninhos en Laos.


Junto a los monjes con los que pase un dia en Pak Ben, Laos.


Con el rio Mekong de fondo.


Monje en Laos.


Encuentro de los rios Nam Ben y Mekong, en Laos.


Puesta de sol sobre el rio Mekong, en Pak Ben, Laos.


Monjes jovenes en el monasterio de Pak Ben, Laos.


Un monje en Pak Ben, con el que pase un dia charlando y visitando el pueblo. El dia comenzo a las 6 de la manhana. A esa hora los monjes salen por las calles a recibir los donativos de comida de la gente para el desayuno. Despues vuelven a salir hacia las 10 de la manhana, en fila, a recorrer las calles y recibir los donativos para el almuerzo, que deben acabar antes de las 12 del mediodia. Despues de esta hora los monjes ya no pueden comer, ayunan hasta la manhana siguiente. Ese dia decidi ayunar con ellos, y por la noche tuve tanta energia que no pude apenas conciliar el suenho.


En el monasterio de Pak Ben, Laos. Un fresco en el que se aprecia el dibujo de un europeo de la epoca en que Laos fue una colonia francesa.


Llevando agua a casa, en el pueblo de Pak Bn, Laos.


Viajando en el Norte de Laos en una camioneta abarrotada de gente

14 marzo 2006

Norte de Burma

Queridos amigos,

Os escribo desde el lago Inle, en el Norte de Burma (Myanmar). Despues de una semana en Yangon comencé a subir hacia el Norte. Los primeros días me acompanhó un amigo de Yangon, o mejor dicho lo acompanhé yo a él, pues fuimos a visitar el pueblo de su madre y de su padre. Después seguí hacia Bagán, con miles de templos, algunos con casi mil anhos de antiguedad que aún conservan frescos en sus paredes. Hace unos dias llegué a Kalaw, en el estado de Shan, y de ahí caminando durante tres dias alcancé, con guía claro, el lago Inle. La gente es muy simpática, de todos los países asiáticos que he visitado hasta ahora Burma es sin duda donde mejor me he sentido acojido por la gente.

Estas semanas apenas estoy accediendo a Internet, así que por algunas semanas no voy a responder mails. Tal vez cuando regresé a Bangkok en abril me ponga al día con los mails.

Un fuerte abrazo a todos,

Mikel

02 marzo 2006

Viaje al interior de Burma

Queridos amigos,

Dentro de unas horas saldre hacia el Norte de Burma, mi primera parada sera en Bagan, un lugar sagrado con cientos de templos. Todavia no tengo muy claro hacia donde seguire despues, seguramente hacia el estado de Shan, al Este, o hacia el Norte, cerca de Mandalay.

En el interior es muy dificil encontrar accesso a Internet, ni que hablar de las llamadas internacionales (a 4 o 5 euros el minuto!).

En yangon lo he pasado muy bien esta ultima semana, los Burmeses son increiblemente simpaticos y les encanta hacer nuevos amigos. Asi que durante la semana he conocido a muchos jovenes.

Un fuerte abrazo a todos,

Mikel


l rio Mekong, cerca de Huai Xay, Laos.


En el barco sobre el rio mekong, de Pak Bem a Huai Xay, en la frontera entre Laos y Tailandia.


En Pak Ben, Laos.


Anochecer en Pak Ben, Laos.

24 febrero 2006

Yangon - Burma

Queridos amigos,

LLegue ayer a Yangon, la capital de Burma o Myanmar como se llama ahora. Mis primeras impresiones son las de una ciudad de tradiciones muy arraigadas. A pesar de que viven varios millones de personas en Yangon, no lo parece. Las calles estan llenas de puestos de comida, de chucherias, baratijas, ropa...

La gente es muy simpatica. Hoy por la manhana me he acercado al mercado Aung San, donde he conocido a Min Zaw, un guia turistico que esta colaborando con una pequenha ONG (ArtsHelpsLife, o "El arte ayuda a la gente"). El fundador de esta ONG es un austriaco, Gunter, al que tambien he conocido. Manhana la embajada francesa organiza un concierto, y ArtHelpsLife va a aprovechar la ocasion para exponer cuadros pintados por artistas locales...los beneficios de la ventas son para ayudar a que gente de bajos recursos pueda operarse de cataratas, y para comprar articulos de primera necesidad para algunos pueblitos del interior.

Por la tarde me he encontrado con una periodista local, cuyo contaco me habian pasado en Laos. Hemos hablado algo de la situacion politica, lo dificil que es trabajar en un periodico, pues la censura esta al orden del dia....me ha recordado a los tiempos de Franco. Censuran hasta las fotos demasiado sexys que vienen del extranjero! Asi que en el periodico las retocan con Photoshot...

Creo que las semanas que voy a pasar en Myanmar no voy a poder enviar correos, pues el acceso a Yahoo esta censurado, por lo menos en este Cybercafe no puedo acceder a la pagina. Tal vez pueda en algun otro lugar.

En los proximos dias voy a planear un poco el recorrido por el interior del pais...me encantaria viajar en barco, pero las tarifas que nos aplican a los extranjeros son absurdas... Hace un rato hemos cruzado el rio Yangon en una barcaza... Los locales pagan un centimo de euro por cruzar...yo he tenido que pagar un euro y 20 centimos, 120 veces mas que un Burmes! En los recorridos largos las tarifas no son de un euro claro, sino mucho mas caras. Aun asi un largo viaje por el rio Irraddawi es imperdible, asi que voy a hacerlo de todas formas.

Os mando un fuerte abrazo desde Yangon,

Mikel

20 febrero 2006

Bangkok, la ciudad de los angeles

Llegue ayer a Bangkok, despues de atravesar hace un par de dias la frontera entre Laos y Tailandia. Dentro de unos dias sigo hacia Yangon, en Myanmar. Esta semana la voy a pasar en Bangkok, entre otras cosas tramitando el visado para China. Hay que andar con pies de gato en esta ciudad...esta manhana en una agencia de viajes me pedian 100 dolares (90 euros) para tramitarme el visado, tarifa que me ha parecido desorbitada. Por otro lado se trataba de la agencia estatal de turismo, y me extranhaba ser timado. Finalmente me he acercado a la embajada China, donde por 20 euros me tramitan el visado en cuatro dias!

Ayer estuve paseandome por el mercado de los fines de semana, donde hay unos 20,000 puestos de gente vendiendo de todo. Si tengo tiempo visitare el Palacio Real y algunos templos, de los 400 que hay en la ciudad. Ya os contare...

Un fuerte abrazo a todos,

Mikel


Vistas desde la colina de Phousi en Luang Praban, la ciudad mas bonita que he conocido hasta ahora en el curso del rio Mekong. Norte de Laos.


uesta de sol desde la colina Phousi, en Luang Praban, antigua capital real de Laos.


Puesta de sol sobre el rio Mekong, Luang Praban, Laos.


Con dos coreanas que querian tomarse una foto con un latino.


Dentro de una cueva


Campos de arroz


Descansando...


Madre e hija


Laos.


Visitando una aldea y sus cuevas, que los aldeanos estaban acondicionando para recibir turistas. Norte de Laos.


Sonrisas


Paisajes del Norte de Laos.


That Laung, Vientianne.


El interior de una cueva en Laos.


Cerca de Vieng Vian, en el Norte de Laos.

Siguiendo el curso del rio Mekong - Laos

Querid@s amig@s,

Finalmente me pongo a escribiros. Las últimas semanas he estado en Laos, un país donde la tranquilidad se contagia. Entré por el Sur, frontera con Camboya, y he estado siguiendo el curso del río Mekong hacia el Norte. Desde que dejé atras el Delta del Mekong, en Vietnam, ya han pasado dos meses, y unos 2,000 Km en linea recta según mi GPS. El paisaje es cada vez más montanhoso, aunque estando tan lejos de la desembocadura del río, tan solo estamos a 640 metros de altura. En los 2,000 próximos kilometros, hacia el Norte, el Mekong asciende nada menos que 4,500 metros! Su origen está en el Tibet, pero para llegar allí (si es que puedo) hay que atravesar primero Tailandia, Myanmar y la provincia China de Yunnan.

Laos ha sido desde hace siglos un país visagra entre varios grandes imperios: el imperio de Siam, actualmente Tailandia, hacia el Oeste; el imperio Annamita, actualmente Vietnam, hacia el Este; el Imperio Chino, hacia el Norte. Incluso el imperio de Burma hacía incursiones periódicas y dominaba partes del país. Las fronteras actuales de Laos se definieron durante el protectorado francés.

Fue una expedición francesa al mando de Doudard de Legrée la que remontó el río Mekong entre 1865 y 1867 en busca de una nueva ruta comercial que permitiese unir la reciente colonia de Cochinchina (Vietnam del Sur) con China... a pesar de lo épica que fue esta expedición, que duró más de dos anhos, comercialmente fue un fracaso, pues el río Mekong no es apto para la navegación de grandes navios, los vapores de la época. En las cataratas de Khong, en la frontera entre Camboya y Laos (en el Sur), la expedición de Legrée tuvo el primer banho de realidad. Las cataratas son imposibles de remontar.

En Camboya conseguí una crónica de la expedición escrita por Luis de Carné, uno de los 5 miembros de la expedición... Ha sido emocionante seguir los pasos de estos intrépidos franceses por el curso del Mekong y sus afluentes, en una época en la que el transporte se hacía en canoas, a elefante y a pie. Tan pie que ya en Laos, y faltando más de la mitad del camino, los franceses gastaron todo los zapatos que llevaban y tuvieron que seguir descalzos, lo que no es ninguna broma, pues hay unos gusanos que como las sanguijuelas se pegan a la piel y te chupan la sangre.

Comparando las notas de la expedición y lo que estoy viendo en Laos, mucho de lo que fue un tupido bosque ya es historia. A pesar de ello, Laos aun tiene mucho bosque, aunque la tala ilegal y la corrupcion del gobierno (ambos factores estan ligados) estan contribuendo a acabar con lo que queda. Dejando el Mekong al Oeste a la altura de Pakse, me adentré en el Altiplano de Voleven, donde los franceses, en época de la colonia, plantaron café. En tan solo 100 Km desde Pakse hasta Pakson la carretera va ascendiendo, en la moto ni se nota, pero una vez en lo alto del altiplano ya estamos a 1,200 metros.

Iba entretenido conduciendo cuando vi un centro de investigación sobre el cafe, me desvié, y grande fue mi sorpresa al ver las vistas que se abrían en el horizonte. El centro está situado al borde del altiplano, con lo que mirando hacia abajo se ve un barranco de unos mil metros, con una cascada imponente al otro lado del valle.

La tourne del altiplano me llevo una semana. En Pakson, el centro cafetalero de la región, hace un frío que pela por las noches. En el único hospedaje que hay nos juntamos cuatro de ingleses, una belga, un francés, dos suizos, un australiano, una americana y una holandesa. Nos sentams todos juntos a cenar, en la mesa del comedor que era enorme, tanto de larga como de ancha. Con el australiano en medio, que ademas de tener 33 anhos parecia jesucristo con su larga barba y cabellos, aquello parecía la última cena!

De Pakson seguí hacia Sekong, donde cenando en uno de los restaurantes del pueblito me encontré por casualidad con un técnico del WWF Laos. Se llama Ben y me contó un poco los proyectos que desarrollan en la zona con las comunidades, y los problemas que enfrentan. Al día siguiente lo acompanhé a visitar algunas aldeas donde están realizando, los propios aldeanos, un inventario forestal. La idea es que parte de los beneficios de un manejo sostenible del bosque queden en la comunidad, y no (al menos totalmente) en los boslsillos de los funcionarios gubernamentales y los empresarios sin escrupulos.

Después de Sekong seguí hacia Tat- Lo, y de ahí vuelta a Pakse. En Pakse comence a sentir la fatiga de tanto ajetreo, asi que las dos siguientes semanas las pasé en ralentí. Estuve una semana en Vientianne, la capital, que en realidad parece un pueblo grande. El cuerpo me pedía no moverme demasiado, asi que le hice caso...aproveché para sacarme el visado de Myanmar, y extender el visado de Laos por una semana. Visité tres puntos de interés en toda la semana, y el resto fue comer bien, dormir, leer, y pasearme en bici por la ciudad, sin olvidarme de los masajes tradicionales de Laos, que te dejan listo para un largo y profundo suenho.

En Vientianne me encontré con dos hermanas de Iparralde (la parte de Pais Vasco que está en Francia) que conocí en Pakse, y aprovechamos para hablar euskera y bailar unas trikitrixas en un bar ante la mirada atónita tanto de los locales como los giris que estaban allí. Fue el plato fuerte de Vientianne!

De camino a Luang Praban, pase un día en Vang Vieng, en medio de un paisaje precioso de montanhas calizas cubiertas de bosque. Alquilé una bici y fui a conocer unas cuevas y unas aldeas más alejadas. En la aldea mas distante de todas almorcé en una casa particular, pues no habia restaurantes, asi que fui haciendo senhas con todo mi morro y el hambre que llevaba hasta que alguien se apiado de mí. La familia resulto ser majísima, y después me llevaron a conocer una cueva cercana. La aldea entera estaba construyendo un restaurante al pie de la cueva para recibir a los turistas, asi que tuve el privilegio de ser uno de los primeros en visitarla con ayuda de un par de jóvenes de la comunidad.

En Luang Praban, antigua capital Real de Laos, pasé otros cinco días, todavía sintiéndome algo fatigado. Tenía muchas ganas de adentrarme en el Norte profundo y montanhoso de Laos, pero preferí esperar un poco y recuperar energías. En el viaje por Sudamérica, al cuarto mes me pasó algo parecido: sólo tenía ganas de quedarme en un lugar por una buena temporada, y ese lugar acabó siendo mi querida Salta. Luang Praban es sin duda la ciudad más bonita que he conocido hasta ahora a orillas del río Mekong. El Palacío Real es impresionante, aunque por dentro es muy sencillo. Impresiona ver la sencillez del cuarto del último Rey de Laos, depuesto en 1975 por los comunistas y exiliado en su propio país junto a su familia. Los comunistas, una vez tomado el poder, llevaron a la familia real a unas cuevas del Noreste en las que en poco anhos perecieron todos los miembros, por las malas condiciones de vida, mala alimentación....este capítulo de la historia de Laos aún no ha sido esclarecido...

Finalmente hace cinco días agarré una lancha en Luang Praban con otros 15 pasajeros y fuimos remontando primero el río Mekong y despues el Nam Ou. A pesar de ir algo apretujados en el barco, el viaje fue precioso, sobre todo al final de las 8 horas de navegación donde el valle se cierra, con montanhas que se elevan unos 700 metros cayendo en picado hasta las margenes del río. La mayoría de los pasajeros se bajaron en Non Khiaw, y junto a un griego, un holandes y unos ocho Laosianos seguimos una hora más de barco hasta Muong Ngoi. Muong Ngoi es una aldea de unas 140 familias situado en un valle cerrado y rodedo de montanhas enormes por todos lados. Mi plan era pasar la noche allí y seguir hacia el Norte, pero acabé quedándome tres noches.

En los alrededores de Muong Ngoi, ante tanta tranquilidad, uno no acaba de creerse que los americanos bombardearon toda esta zona durante anhos (1970-1974), lanzando miles de toneladas de bombas sobre una población indefensa. Cerca de la aldea puede visitarse una cueva donde la gente corría a esconderse cuando oían llegar los bombarderos americanos. Laos ha sido el país que más toneladas de bombas por habitante ha recibido en la historia...incluso más que Vietnam.

Ayer, junto a una pareja muy simpática de suecos, remontamos el río Nam Ou hasta Moung Khua, unas cuatro horas de navegación, y allí cojí un autobus que me trajo hasta Udomxay, donde estoy ahora. Manhana pongo rumbo al río Mekong nuevamente, donde voy a embarcarme en unos días hasta la frontera con Tailandia, a la altura de Huay Xai. El día 21 de febrero vuelo desde Bangkok, en Tailandia, hasta Rangoon, la capital de Myanmar (antes conocida como Birmania o Burma). Ya os contaré... Por lo que me han contado otros viajeros la gente es muy simpatica y hospitalaria.

Me hace mucha ilusión cuando me escribís, ya sabeis que siempre respondo, aunque sea con unas semanas de retraso (últimamente más de un mes pues se me han acumulado los mails de Navidades y Anho Nuevo).

Un fuerte abrazo a todos, cuidaros mucho,

Mikel


En That Laung, simbolo de la soberania de Laos. Vientiane, capital de Laos.


Al Este de Thakek, en una zona de piedras calizas y muchas cuevas para explorar


Interior de otra cueva en la zona central de Laos, donde hay un Buda en el interior.


En el interior de una cueva cerca de Thakek, en la parte central de Laos.

06 febrero 2006


En el taller de costura


Puente de bambu.


Cruzando rios...


Cruzando el puente de bambu


Tejiendo


Llegando al destino


Otra cascada...


AGUA


Montando en elefante en Tat Lo, Laos.


Catarata, de las muchas que hay en el plateau de Volaven.


Este paisaje me dejo mudo por mucho tiempo, pues no esperaba encontrarmelo. Un guia local me hablo de unas 9 cuevas, y al llegar al pie de la montanha casi se me saltan las lagrimas al contemplar desde lo alto de una roca gigantesca la planicie que se expande por debajo, de bosque.