Viaje a Oriente

Caminar y soñar. Todos los viajes y aventuras comienzan dentro de uno mismo. Seguramente hay mil y una razones para echarse al camino, pero la más poderosa de todas es el impulso interior, indescriptible e irracional, que como una feroz corriente nos proyecta hacia lo desconocido y misterioso. Mikel

19 enero 2006

Camboya en pocas palabras

Un color: El rojo. De la tierra, de la piel de la gente, de las puestas de sol sobre el rio Mekong.

Una característica: La amabilidad de la gente.

Una puesta de sol: Sobre el río Mekong desde una isla donde tuvimos que pernoctar por avería en el barco.

Un amanecer: En Angkor, cuna del imperio kemer entre los siglos IX y XV.

Un encuentro: Con mi amiga Belén de Pamplona, que vino a celebrar las Navidades a Camboya trayendo mucho turrón, chocolate y chorizos. Gracias Belen!

Un rostro amigo: Kim Song, una estudiante a quien conocí en Battambang y después volví a encontrar en Kampong Cham.

Una comida: Hmock de pescado en Stung Tren, es una sopa de pescado con leche de coco.

Un postre: El mousse de chocolate de “Friends”, un restaurante de Phnom Penh donde forman a ninhos de la calle para ser camareros y cocineros.

Una bebida: Zumo de canha de azucar.

Un pueblo: Kratie, en la orilla del Mekong, con el aire de ciudad de otra época.

Una ciudad: Kompong Cham, también a orillas del Mekong.
Un museo: Tuol Sleng, en Phnom Penh (capital), antiguo colegio convertido en centro de torturas por los Kemeres Rojos donde mas de 15,000 personas fueron sometidas a las más brutales torturas entre 1975 y 1979.

Un templo: Benteay Srey, en Angkor. Aunque es un templo pequenho, el tono de la piedra rojiza y los grabados en la piedra me cautivaron.


Un mercado: El “Ruso” de Phnom Penh, donde se puede encontrar de todo.

Modo de trasporte: El barco, por el Tonle Sap o el Mekong.

Un Parque Nacional: Virachay, en el Noreste del país.

Un monte: Wat Banan, en lo alto del cual se halla un antiguo templo budista con vistas a la gran planicie banhada por el lago Tonle Sap.

Un río: Sin duda, el río Mekong, que en Camboya discurre aún manso y tranquilo.

Un lago: Yeak Lom, en el Noreste del país. Este lago se formó hace cientos de miles de anhos en el crater de un volcán extinto.

Un paisaje: El río Mekong desde la colina de Wat Hanchey, 20 Km al Norte de Kompong Cham. Aunque la colina no tiene más de 100 metros, las vistas se pierden en el infinito, pues las tierras alrededor son muy planas.

Un puntazo: Comenzar el anho subiendo a las colinas de Phnom Pros y Phnom Srei, en sustitución de mi clásica subida al monte Adarra en Hernani el primer día del anho.

Una aventura: Ir en barco-canoa desde Kratie Stung Tren, al Norte de Camboya. A medio camino golpeamos una roca en el fondo del río que abrío un canal de agua, y por el retraso tuvimos que pasar la noche en una isla, donde nos invitaron a una boda Kemer y aprendimos a bailar el baile típico.

Un disgusto: El día en que se estropeó el disco duro donde grabo las fotos digitales.

Un momento desagradable: al cruzar la frontera entre Vietnam y Camboya y darme cuenta de que me han timado un punhado de dolares al sacar el visado. Lo desagradable no fue el timo en sí, sino que la guía con la que veníamos desde Vietnam me dijo que ese era el precio del visado.

Un recuerdo triste: Oir a Thouan, un guía que tuve en Battambang, narrar la triste historia de su familia y de sus hermanos asesinados por los Kemeres Rojos.

Un recuerdo feliz: Los estudiantes universitarios de Battambang y la convivencia con ellos por unos días.

Un paseo en bici: Por Phnom Penh, explorando la ciudad y perdiéndome en ella, como el dia que aparecí en el Norte de la ciudad siguiendo las vías del tren, a cuyos lados hay cantidad de chavolas de gente que vive en una miseria muy grande.

Un viaje en barco: de Siam Reap a Battambang, atravesando el lago Tonle Sap, así como inmumerables canales y aldeas flotantes.

Un trekking: Por los senderos del Parque Nacional de Virachay, con Murray, un canadiense muy simpático, y Dim, un guía local de una minoría étnica de las tantas que hay en el Este de Camboya.

Un libro: “Anho Cero” de Francois Ponchaud, un cura francés que vivió anhos en Camboya y narra en el libro la locura de los primeros meses del regimen de Pol Pot, los Kemeres Rojos.


Renovando la pagoda.Ninhos en una canoa cerca de la isla de Don Khong, sobre el rio Mekong.


Bufalos en la isla de Don Khong, Laos.


Ninha en la isla de Don Khong, laos.


Vistas sobre el rio Mekong, Laos.


Monje budista en la Isla de Don Khong, Laos.


Pagoda de Don Khong


Monjes en la entrada de la pagoda.


Comiendo en la Isla de Don Diem, en las 4000 islas de Laos. A la derecha Karim, una viajera suiza con la que hice el viaje en barco hacia la isla de Don Khong, y a su lado el guia, que se enrollo un monton.


Atardecer...es que no puedo resistirme a sacar fotos de las puestas de sol, aunque sean muy parecidas.


Atardecer


Atardecer en Laos.


Atardecer en el Mekong


Avistando delfines de rio en la isla de Don Khon, Laos.


Cataratas de Khong, Laos.


uesta de sol sobre el rio Mekong, cerca de la frontera entre Laos y Camboya


Ninha en Don Khon, Laos.


Bajandose...


Recojiendo cocos en la Isla Don khon.


Bajando cocos de un cocotero en la Isla de Don Khon, Laos.


Puesta de sol, Laos.


La luna y el sol estuvieron frente a frente en esta atardecer en Los. Las dos fotos que siguen estan tomadas al mismo tiempo que esta.


Puesta de sol entre las islas Don Det y Don Khon, Laos.


Edificios de la epoca colonial francesa en la Isla de Khon, Laos.


La locomotora usada por los franceses para superar la barrera para la navegacion que suponen las cataratas de Khong, en Los.

18 enero 2006


Vistas delrio Mekong en la zona de las cataratas, donde se forman miles de pequenhas islas en la epoca seca, cuando las aguas bajan.


Puente construido por los franceses para superarla barrera infranqueable para la navegacion que suponen las cataratas de Khong. Son cinco kilometros de linea ferrea que unen las islas de Don Khon y Don Det.


El puesto fronterizo de Camboya, donde intentaron cobrarnos una "tasa especial". Nos negamos y al final nos dejaron pasar.


Navegando por el Mekong rumbo a la frontera con Laos.


Cataratas de Khong, en Laos. En estas cataratas se hundieron los suenhos de los exploradres franceses que en 1966 remontaron el rio Mekong con la esperanza de abrir una ruta comercial entre China y la Conchinchina (actual Vietnam).


Calle tipica de Ban Lung, Camboya.


Llamando a la amatxo.


Mercado de Ban Lung, un autentico pueblo de frontera.


Un ingenio para que las gallinas no se "pierdan".


Vistas desde una colina.


Paseando entre aldeas con un guia local.


La agricultura es de roce y quema, cortan y queman un trozo de bosque para plantar arroz. Es una agricultura de subsistencia y quienes la practicas son tradicionalmente nomadas, aunque las cosas estan cambiando. El gobierno quiere que todos los Laosianos se asienten definitivamente en su tierra.


Jugando...


La hora de comer.


Elaborando una cesta para cargar el arroz (de 3 a 5 dias de trabajo)


Ninhos en una aldea proxima a Ban Lung, Camboya.


Ninha.


"Escalera" de bambu para subirse al arbol y cojer loros del nido, muy bien pagados en los mercados.


Un amigo de Maung Makara, construyendo una casita para su hermana, que esta comprometida. Ver fotos mas abajo para entender el por que.

Battanbang y el legado de los Kemeres Rojos

Lo primero que impresiona al llegar a Battambang es la cantidad de hombres jóvenes sin piernas o brazos. Es el legado de miles de minas plantadas en toda la parte Oeste de Camboya, donde los Kemeres Rojos han tenido su refugio (y aun lo tienen en pueblos como Pailin) hasta finales de los anhos 90.

Al poco de llegar a la ciudad, un guía me presentó a su amigo Chun Thouan, ex-combatiente y refugiado en Tailandia por muchos anhos. Thoeun tiene una vieja moto y ahora es moto-taxista, y a veces, cuando sale, hace de guía. Quiero visitar el interior de la provincia de Battambang, y Theoun tiene familia en una aldea cercana, Dom Bok. Así que quedamos para el día siguiente.

28 de diciembre de 2006, Dom Bok.

Esta manhana hemos llegado a Dom Bok en moto. Aqui vive el padrino de Thouan. Es una aldea con varias casas dispersas. La del padrino consiste en un cuarto principal sostenido por pilares de madera, con tejado de chapa y paredes de palla. Fuera hay un cuarto más, con una pared abierta, y frente a la casa un alto que hace las veces de comedor y sala. Hay TV, que funciona con baterias, pues no hay electrecidad.

Antes de llegar hemos cruzado las vías del tren, por las que circula, con suerte, un tren al día. Un día el tren va desde Battambang a Phenom Penh, y al día siguiente regresa. Para cubrir los casi 300 kilometros necesita unas 16 horas, y las averias son frecuentes.

La gente utiliza las vías de forma creativa. Hasta hace unos anhos, construían unas balsas de bambu, les colocaban cuatro ruedas metálicas sobre las vías, y con un palo iban empujando la balsa por las vías como si estuviesen navegando por un rio. Ahora en vez de un palo, le han acoplado un pequenho motor al invento, que unido por una correa al eje trasero de las ruedas, impulsa la balsa. En cada balsa van sentadas 10 0 15 personas cargando de todo. Y aquí está la gracia: cuando el tren viene de frente todo el mundo se desmonta y en un santiamén desmontan el invento y lo sacan de las vías.

Por la tarde he conocido a varios ex-combatientes. Este país ha estado en pie de guerra hasta hace unos anhos, recién está regresando a la normalidad. Desde el 98 parece que las cosas están tranquilas, pero a diferencia de Vietnam, el gobierno aquí no invierte en nada. Los ex-soldados llevan todo el cuerpo tatuado, me dicen que para protegerse del fuego enemigo.

Aquí como en tantos otros lugares, las guerras acaban y los primeros olvidados son los combatientes, muchas veces reclutados a la fuerza. No he entendido muy bien en cual de los bandos habían luchado, sólo que lucharon contra los vietnamitas, que invadieron Camboya en 1975 para parar la locura de los Kemeres Rojos. No he insistido para saberlo en cual de los varios bandos (sí, había más de dos bandos en guerra) lucharon, acaso importa? Gente llana como esta es carne de canhon en todos los conflictos habidos y por haber, y sería injusto juzgarlos por el bando en el que acabaron luchando.


Ninhos en la aldea, Camboya.


Una aldea en las afueras de Ban Lung, perteneciente a una de las muchas minorias etnicas que viven en esta zona. Antes de casarse, el novio duerme en la casita mas alta, mientras que la novia lo hace en la mas baja. Se permiten escapadas nocturnas...pero no pueden tener relaciones sexuales antes de la boda.


Una aldea en las afueras de Ban Lung, Camboya.


Arroz


El lago Yeak Lom, Camboya.


En las afueras de Ban Lung, Noreste de Camboya y zona muy remota, me llamo la atencion esta foto de Marthin Luther King, pegada en la pared de una humilde casa.


Jugando al futbol en el lago de Yeak Lom, dentro del crater de un volcan apagado.