Raíces
Querid@s amig@s,
Estos dos meses en mi pueblo, en el Pais Vasco, han sido como una continuación de mi viaje por Sudamérica. Los paisajes más comunes durante este tiempo han sido los rostros de personas queridas, de mi familia, de mis amigos. Hacía años que no pasaba tanto tiempo en mi tierra. No deja de sorprenderme que a pesar de la distancia, de tantos años viviendo en otros países, sienta esta tierra tan adentro.
El otro día fui a un lugar que para mí tiene un significado muy especial. Es la parte alta de un valle llamado Burni (del euskera, significa Hierro), donde hace miles de años nuestros antepasados contruyeron un conjunto de cromlechs, o sea, círculos de piedras megalíticas. Desde el collado donde se encuentran los cromlechs el valle de Burni va cerrándose poco a poco hacia el Este, mientras al Oeste se alza el monte Mandoegi, imponente. Este es un lugar al que ya iba de pequeño con mi padre y mi abuelo, y para mí es lo más parecido a mis raíces. Cuando estoy allí, en medio del collado y rodeado del conjunto de cromlech, siento que el tiempo se detiene. La fuerza de la tierra brota bajo mis píes, y sé dentro de mí que pertenezco a esta tierra, que soy parte de ella, tanto como ella es parte de mi.
Ojalá que esta fuerza me acompañe en el viaje que inicio mañana hacia Oriente.
Un abrazo grande,
Mikel
1 Comments:
Te acompañará porque siempre lo hace. Tan sólo hay que cerrar los ojos y la tierra se muestra entera, abrir tu corazón como lo sabes hacer tú también. Un abrazo y suerte. El viaje nunca acaba.
Publicar un comentario
<< Home